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Barcelona Modernista

EL ‘MODERNISME’

Tras los avances de la Segunda Revolución Industrial, surge una corriente renovadora en varios países europeos (Art Nouveau francés, Jugendstil alemán o Modern Style inglés, entre otros). En la línea de esta tendencia europea, aparece el Modernismo como un movimiento cultural que busca modernizar la sociedad catalana.

Pese a desarrollarse en múltiples disciplinas (pintura, escultura, artes decorativas, música o literatura), su aplicación más destacada es la arquitectura, que vive una auténtica transformación entre 1885 y 1920, particularmente en Barcelona.



SU CONTEXTO

Entre mediados y finales del XIX, Barcelona asiste al derribo de las murallas que rodean la ciudad, se urbanizan los terrenos extramuros, nace el barrio del Eixample y se celebra la Exposición Universal de 1888. La ciudad está en plena transformación. Proliferan editoriales, imprentas, periódicos, entidades y asociaciones. Y con este desarrollo económico y urbanístico, crece una nueva burguesía industrial, acomodada, ilustrada y con aires de modernidad.

El nuevo distrito del Eixample se pone de moda y su arteria principal (el Passeig de Gràcia) es elegida por la burguesía para fijar sus residencias. La arquitectura se convierte en un signo de estatus: Tener una casa modernista permite destacar en los círculos sociales. En consecuencia, la ciudad se convierte en un hervidero constructivo de la mano de los mejores arquitectos catalanes. Algunos de estos burgueses acaban siendo admiradores, amigos y mecenas de los arquitectos, como es el caso del Conde Güell y el arquitecto Antoni Gaudí, quienes colaborarán durante décadas en varios proyectos.



CARACTERÍSTICAS DE LA ARQUITECTURA MODERNISTA

El Modernismo un movimiento heterogéneo en el que cada artista tiene su estilo personal, pero todos coinciden en la voluntad de romper con los criterios estéticos tradicionales, rechazar el estilo arquitectónico pobre e industrial de la primera mitad del siglo XX, crear nuevas formas alejadas del academicismo y situar Barcelona a la altura de las nuevas corrientes europeas.

“La originalidad consiste en volver al origen; así pues original es aquello que vuelve a la simplicidad de las primeras soluciones.” (Antoni Gaudí)

La renovación artística se basa en la libertad creativa, la simbología y la profusión de detalles en la decoración. Los nuevos conceptos arquitectónicos se inspiran en la naturaleza (formas orgánicas y coloristas) y el movimiento (formas curvas y asimétricas). El uso de nuevos materiales constructivos post-industriales (como las estructuras de hierro) convive con técnicas tradicionales y oficios artesanales (como el de herrero o vidriero). Nacen nuevas soluciones de espacio, luz e interiorismo.



PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

En esta ciudad nueva, alegre y adinerada, los jóvenes arquitectos encuentran el marco idóneo para desarrollar nuevas formas de expresión, libres, modernas, personales y creativas. El legado de la arquitectura modernista abarca de más de 100 obras de arquitectos locales tan destacados como Josep Puig i Cadafalch, Lluís Domènech i Montaner y Antoni Gaudí, estandarte del 'Modernisme' catalán.

Algunas de las obras de estos dos últimos han sido catalogadas como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco: El Palau de la Música Catalana o el Hospital de Sant Pau (obras de Domènech i Montaner), así como el Palau Güell, el Park Güell, las Casas Vicens, Batlló y Milà o la fachada de la Natividad y cripta de la Basílica de la Sagrada Familia de Antoni Gaudí.



CURIOSIDADES MODERNISTAS

EL 'QUADRAT D’OR'

El distrito del Eixample, centro residencial burgués de la época, concentra la mayor parte de edificios modernistas. Esta zona, conocida como el ‘Quadrat d'Or' (Cuadrado de Oro) forma parte de la ‘Ruta del Modernisme’, un recorrido por la arquitectura modernista que transcurre por las calles del centro de Barcelona. Los principales ejes de este itinerario están indicados en el pavimento mediante unas baldosas rojas en forma de flor (denominadas 'panots'), similares a las creadas por el arquitecto Puig i Cadafalch para el patio de carruajes en la Casa de la familia Amatller y posteriormente empleadas para pavimentar numerosas calles de Barcelona.



LA MANZANA DE LA DISCORDIA

Dentro del 'Quadrat d’Or', en el tramo de Passeig de Gràcia comprendido entre las calles Aragó y Consell de Cent, los arquitectos Puig i Cadafalch, Domènech i Montaner y Gaudí, construyeron las casas para las familias Amatller (1898), Lleó Morera (1902) y Batlló (1904) respectivamente. Los barceloneses bautizaron este tramo como la ‘Manzana de la discordia’ ante la imposibilidad de determinar cuál de estas espectaculares casas era la más bella, así como por la supuesta rivalidad existente entre los arquitectos.



En definitiva, estos y otros sensacionales edificios modernistas siguen siendo parte imprescindible de la personalidad de la Barcelona actual. El Departamento de Guest Relations del Mercer Hotel Barcelona estará encantado de organizarle un tour privado con guía oficial para que descubra la singularidad y genialidad arquitectónica de finales del XIX y principios del XX.